CUENTOS PARA APRENDER Y ENSEÑAR MATEMÁTICAS

El desarrollo del currículum escolar por competencias supone en la actualidad un reto importante para los docentes de cualquier etapa educativa. Así, ser competente en matemáticas o estar alfabetizado matemáticamente es un concepto ampliamente descrito
y definido en documentos oficiales y en la bibliografía existente.
Los autores de esta obra, como profesionales de la educación, nos planteamos el reto de hacer realidad esta manera de enseñar y aprender Matemáticas, de tal forma que los
aprendices infantiles comiencen a sentar las bases, desde esta temprana edad, de una buena comprensión y formación matemática, tan necesaria para desenvolverse en la sociedad actual con eficacia.
Para conseguirlo, proponemos la utilización, como recurso didáctico en las aulas de educación infantil, de un material innovador, motivador, lúdico y creativo, dirigido a los niños y niñas de esta etapa, a sus educadores y a sus padres. Este material está basado
en la narración de cuentos que presentan, dentro del mismo contexto narrativo, los contenidos matemáticos apropiados para su edad, a la vez que permiten tener en cuenta
la diversidad de las capacidaddes y ritmos de aprendizaje de cada escolar, así como mostrar a los aprendices de 3 a 6 años el valor y la belleza de las destrezas y los conceptos matemáticos.
LOS CUENTOS COMO RECURSO DIDÁCTICO PARA ENSEÑAR Y
APRENDER MATEMÁTICAS
A estas edades, en la primera infancia, tanto dentro como fuera del aula, empleamos los cuentos como un recurso con multitud de finalidades: para entretener y enseñar a los niños, para inculcarles valores, para despertar su interés, etc. Estamos convencidos de la
atracción que ejercen los cuentos sobre los niños y niñas; de hecho, éstos no sólo
escuchan un cuento, sino que lo vivencian, lo representan, lo ponen en práctica y lo recuerdan durante toda su vida.
No hay cuento malo del que no se obtenga algo bueno, y a través de la magia del cuento estamos conectando con las características y capacidades psicoevolutivas de nuestros pequeños aprendices. Así pues, ¿qué mejor manera de desarrollar la competencia matemática que a través de los cuentos como recurso didáctico?

El cuento encaja en perfecta sintonía con el juego simbólico característico de estas
edades. Los pequeños pueden representarlo haciendo una imitación diferida del mismo;
pueden discutir y preguntar sobre los variados aspectos de la narración facilitando la comunicación matemática, etc. Los conceptos matemáticos aparecen en un contexto y con una razón de ser, facilitando su comprensión a la vez que permite a los niños fomentar su capacidad de abstracción, entendiendo no sólo conceptos matemáticos sino
también valores como maldad, bondad, avaricia, generosidad, etc; igualmente consiguen vivenciar sus sentimientos ante el relato manifestando sus simpatías y antipatías ante los personajes, así como utilizar la moraleja para sentar las bases de su moralidad.
Por todo ello, el material propuesto para conseguir el desarrollo de la competencia matemática a estas tempranas edades está diseñado a partir de cuentos, escritos con esta finalidad, en los que presentamos los contenidos matemáticos curriculares correspondientes a la etapa de educación infantil en un contexto significativo,
comprensible y amigable para los niños y niñas de 3, 4 y 5 años.
Estos cuentos a la vez son el medio idóneo para realizar aprendizajes con la cabeza, las manos y el corazón, como nuestra experiencia profesional nos ha demostrado. En la concepción y redacción de cada cuento hemos tenido presentes, además de las
orientaciones de la legislación vigente, los contenidos y procesos matemáticos que deberían aprender los niños y niñas, recomendados por la entidad norteamericana
National Council of Teachers of Mathematics 1, en torno a los cuales está articulado el texto.
Los contenidos matemáticos trabajados en todos y cada uno de los cuentos se
recogen en los Cuadros 2 y 3, que figuran al final de esta introducción y que hemos
denominado respectivamente “Distribución de contenidos matemáticos para cada edad”
(págs. 18-19) y “Contenidos específicos de cada cuento” (págs. 20-21).
Los procesos matemáticos ponen de relieve las formas de adquisición y el uso de dichos contenidos, es decir, nos orientan a fundamentar la enseñanza y el aprendizaje matemático como: razonamiento, resolución de problemas, comunicación, conexiones y
representación; aspectos que están completamente interrelacionados entre sí. Lo que supone que los niños de estas edades deben de investigar, discutir, preguntar, verificar y empezar a simbolizar, a la vez que nuestra enseñanza debe de estar encaminada a conseguirlo.
Aunque en cada cuento el acento está puesto en diferentes aspectos matemáticos, no podemos olvidar que los cuentos son herramientas de aprendizaje globalizado, por lo que
cada docente o cada adulto como mediador del aprendizaje, a su elección, podrá utilizar el cuento para enseñar otros contenidos recogidos en el mismo, lo que nos facilita una enseñanza interdisciplinar y globalizada.
En resumen, a través de los cuentos, intentamos que los niños adquieran una nueva mirada matemática sobre nuestro mundo, lo que supondrá para nosotros un motivo de gozo siendo todos, grandes y pequeños, partícipes de ello.

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Cuentos para aprender y enseñar matemáticas

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